Estamos enredados
Pocas personas en tu organización no están involucradas en al menos una red social. Muchas de ellas tienen su cuenta en Linkedin, Facebook, Twitter, Instagram y algunas otras (o tal vez solo en una de ellas) con distintos grados de actividad y participación. Los intereses son variados, las funcionalidades y la utilidad general… también.
Algunos de los que no están en las redes sociales, lo estuvieron alguna vez; pero se cansaron de perder el tiempo en lecturas y vídeos intrascendentes, o de recibir publicidad personalizada, claramente invadidos en su privacidad.
Las grandes redes sociales generalistas o profesionales ofrecen soluciones “corporativas” para que las empresas y organizaciones repliquen la experiencia pública en un entorno más o menos personalizado y más o menos privado. Algunas propuestas son gratis… pero todos sabemos que la pseudo-gratuidad en ocasiones se compensa con la cesión oculta de cierta información.
Red Social Corporativa
Existen también en el mercado algunos productos más profesionales que permiten implantar una Red Social Corporativa, con un catálogo de características y funcionalidades que frecuentemente coinciden con servicios ya existentes en la organización. El desafío entonces no se limita -generalmente- a implantar la nueva aplicación y gestionar el cambio que esto produce, sino que se complica por la necesidad de sustituir a aquellas funcionalidades que son desplazadas por el nuevo sistema con la excusa de la integración.
Es difícil que no haya coincidencias con lo existente, porque la lista de funcionalidades de algunos productos es realmente muy larga; y además de las que resultan obvias y habituales para este tipo de sistemas, nos encontramos con otras como: Gestor de contactos, Sincronizador de agendas, Gestor de formularios, Medidor de KPIs, Gestor de encuestas, Gestor de proyectos, Planificador de eventos, Videoconferencia, Wiki, Pantalla interactiva compartida, Llamadas de voz y vídeo, Newsletter, Gestor de correo electrónico, y mucho más atendiendo al afán de integrar cuanto más, mejor.
Teniendo presente estas complicaciones que podrían presentar las redes sociales corporativas, queremos contarte una alternativa, que te hará pensar sobre los potenciales beneficios.
Ya estamos en las redes...
Cuando te planteas implementar una Red Social es porque quieres dar un valor añadido a tus empleados y alumnos; ofreciendo un factor que os diferencie del resto y que permita «hacer piña».
Las Fans Page (o páginas de empresa en Facebook) están muy bien, pero están enfocadas a atraer a nuevos seguidores que verán lo que quieres mostrar «de puertas hacia afuera» mezclados con las publicaciones de sus amigos y otros grupos seguidos (fotos, vídeos graciosos, chistes, etc.) además de sugerencias de fan pages de empresas similares a la tuya.
Hablamos de otra cosa; de una Red Social Privada que te permita gestionar a tus usuarios y a la comunicación interna de una forma simple pero efectiva. No siempre tienes esta posibilidad en Redes Sociales abiertas, y en ocasiones una Red Social Corporativa te ofrecerá herramientas que ya tienes o no necesitas.
Aquí te damos 7 razones por las cuales tener tu Red Social Privada puede ser de gran ayuda:
